miércoles, 20 de enero de 2016

Buscando sobre otros asuntos en la prensa histórica, encontré esta noticia de un supuesto pitoniso que fue acusado y condenado por encubrir un asesinato.

El 24 de Abril de 1952, en el periódico "Imperio", José María de Vega publicaba la noticia titulada "Intrigantes relatos de la crónica negra - El misterio del pitoniso extremeño". En ella se nos cuenta como el periodista esta hablando con un comisario de policía, que le dice :

- Los criminales quieren dárselas muchas veces de listos, y eso favorece enormemente nuestra taréa, ya que, en la mayoría de las ocasiones, se pasan.

Le contó a continuación el misterio del "pitoniso" de la Granjuela, que podía considerarse un ejemplo claro y terminante de su acertada tesis.

Hacía muchos años, el diario madrileño "El Sol, en su página de informaciones y noticias de toda España, publicara una crónica de su corresponsal en Extremadura en la que se relataba un hecho extraño, al que los habitantes de aquellos contornos le dieron, desde el primer momento, proporciones fantasmagóricas.

Esto que nos contaba la noticia publicada en Abril de 1952, lo confirmé buscando en el periódico "El Sol" la noticia. El día 6 diciembre de 1917, el periódico "El Sol" publicaba la noticia titulada "Suceso Misterioso - La desaparición de Nieto y los buenos oficios del "pitoniso" de La Granjuela". En ella nos contaban que el vecino de Cabeza de Buey, provincia de Badajoz, Domingo Nieto, de setenta y siete años, desapareciera en la noche del martes 26 de Noviembre. Solo se sabía que aquella tarde a las cinco, equivocadamente, saliera a las afueras del pueblo para hablar con un hijo suyo, jornalero en determinada finca. A su regreso fuera visto por algunas personas, y más tarde, respectivamente, en diversos lugares del pueblo. El domingo, Nieto desapareció como un fantasma. Su familia ofreció cincuenta duros al que averiguara el paradero del anciano.

La familia de Nieto, como inspirada por una voz sobrehumana, según nos contaba la noticia, envió a un individuo de su familia para que expusiera el suceso a cierto "adivinador" de la Granjuela, pueblo a bastantes kilómetros de Cabeza del Buey. Este "pitoniso a la extremeña", no sabían despúes de que prácticas rituales, dijera al "enviado especial" de la familia que estuvieran todos tranquilos, puesto que nada fatal ocurriera, ya que el "desaparecido" se hallaba vivo y aparecería dentro de varios días.


Nieto había sido hallado el mismo día que publicaban la noticia, en el fondo de un pozo seco de las afueras del pueblo, y..., efectivamente, vivo; mejor dicho, medio muerto. Nieto fuera trasladado al hospital, dada la gravedad de su estado. Allí recibió auxilios espirituales y al poco murió.
Sin aclarar el suceso.

La curiosidad de las gentes había llegado a su tensión máxima. ¿Qué había ocurrido?. El vértice de esta curiosidad estaba en el "oráculo" de La Granjuela, nos contaban.
1917 - El Sol (Madrid. 1917). 6-12-1929, página 4.

El 6 de diciembre de 1929, doce años despúes, el periódico "La Voz", publicaba la misma noticia. Lo único que nos contaban nuevo era que : La familia escuchara los consejos de unos amigos, y acudieran en consulta del adivinador del pueblo de La Granjuela.
1929 - La Voz (Madrid). 6121929, página 8.

Continuando con la noticia inicial de 1952, nos seguían contando :
...intervino aquí la fantasía de unos campesinos ignorantes. Por aquellos tiempos vivía en La Granjuela, un individuo que tenía fama de adivinador. De todos los pueblos de la comarca llegaron hasta su casa gentes que querían saber su porvenir, pedir un consejo o solicitar que le echase mal de ojo a un vecino que se había hecho impopular. 

El pitoniso se prestaba, por módicas cantidades, a predecir a diestro y siniestro. A uno le pronosticaba un viaje, a otro una herencia fabulosa que le estaba esperando en determinado lugar de Las Américas, y el de más allá, una racha de suerte en la Lotería. Según sus visitantes y los que le conocían de oídas, el número de sus equivocaciones era mínimo comparado con la cantidad de aciertos, y era esa favorable fama la propaganda que se hacía el mismo, al ofrecer sus valiosos servicios, debía de ganar bastante dinero, nos contaban. Por otra parte, la Policía y la Guardia Civil habían intervenido alguna que otra vez en sus andanzas, acusándole de ejercer ilegalmente la medicina, y no debían andar muy desencaminados en estas acusaciones, ya que la Audiencia provincial de Badajoz había dictado contra él alguna que otra sentencia condenatoria.

Lo cierto es que el nombre del pitoniso en cuestión, traspasó los límites municipales de La Granjuela y llegó a Cabeza del Buey, precisamente a raíz de ocurrir la extraña desaparición de Domingo Nieto. En uno de los apresurados consejos de familia que se reunieron para dictaminar lo más conveniente, y se acordó consultarle, para lo cual se desplazó a La Granjuela un sobrino de Domingo, con amplias facultades y con dinero contante y sonante, como gastos de viaje y consulta. 

Nos han llegado datos muy concretos, nos contaban, de la entrevista entre el "pitoniso" y su nuevo cliente, pero era de suponer que se desarrollaría según los cánones clásicos. El visitante llegó, expuso su caso, y el "pitoniso", tras consultar, no sabían si una esfera de cristal o simple baraja de Victoria, le tranquilizó :

- Diga usted a su familia que pierdan cuidado. Su tío Domingo está vivo y no tardará en regresar a casa. Que no lo busquen porque no merece la pena. Aquí le estoy viendo como lo veo a usted.

Y seguramente agregaría, a continuación :

- Son cinco duros... Que pase el siguiente.

Cuando el sobrino del anciano retorno a Cabeza de Buey y contó lo que le había dicho el infalible adivino, hubo unas horas de respiro en la casa. Todos creyeron la profecía como artículo de fe, y se sentaron a jugar a las cartas, esperando que su familiar llamaría a la puerta de un momento a otro.

Pero el hecho es que cuando unos vecinos pasaban por las cercanías de un pozo seco, oyeron unas voces apagadas en petición de auxilio. Se asomaron y no tardaron en sacar el cuerpo medio inconsciente de Domingo Nieto, que yacía en el fondo del pozo. La primera parte de la profecía se había cumplido; el anciano estaba vivo. Pero la segunda parte -aquello de que regresaría a su casa- no se cumplió. El anciano fue trasladado de urgencia al hospital, en una de cuyas camas falleció a los pocos días.

Hasta aquí alcanza la crónica periodística. Pero más tarde intervenieron las autoridades, ya que el pozo seco donde había sido encontrado el mal herido anciano, estaba lejos de todo camino, sendero o carretera. Por lo tanto, la idea de un fortuito accidente, que se impuso en las mentes de los vecinos de Cabeza del Buey, había que ponerla en cuarentena.

Las pesquisas policiales se orientaron, sin pérdida de tiempo, hacia el necesario interrogatorio del pitoniso de La Granjuela, cuya profecía cumplida a medias les pareció muy sospechosa a los agentes designados para aclarar el caso.

Un largo y concienzudo interrogatorio confirmó las sospechas. El "pitoniso", presionado por todas partes, "adivinó" la intervención en la muerte de Domingo Nieto del mismo sobrino que había sido comisionado por la familia para contratar sus mágicos servicios. El sobrino había dado muerte a su tío, para vengar antiguas rencillas familiares, y había pagado al extraño adivinador de la Grajuela una cantidad, algo mayor de lo que valía una consulta normal para que le ayudase a inventar una historia que calmase por el momento la alarma de la familia.

Uno y otro, homicida y encubridor, fueron detenidos, juzgados y condenados. Por último decía el periodista :
- Mi amigo el comisario, que intervino activamente en el esclarecimiento del misterio, no me dijo si el "pitoniso" extremeño siguió practicando sus mágicas artes en la prisión. Es de creer que sí. 
1952 Abril 24 - Imperio  Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S. Año XVI Número 4832 -  prensa_0375
Eso es todo, un saludo.

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