En 2006 el periódico "Hoy" y numerosas webs resucitaron al inventor español de un supuesto motor de agua, Arturo Estévez Varela, que se habia dado a conocer en los años 70. Mucho se hablo de este inventor pero nadie comento cual fue el desastroso final de su invento. Algunas fuentes de 2006 hablan de que el inventor cedio la patente al estado español y que Franco habia dicho "ya se ha hecho bastante el ridículo", cosa que no encontré en la prensa de la época. Se dijo que el invento había quedado en punto muerto por orden del dictador tras recibir un informe desfavorable de la Escuela de Ingenieros. Encontré artículos de prensa de 1974 y 77 que parecen hacer dudar de estas informaciones que carecían de fuente anterior a 2006 (no se citaban las supuestas fuents).

Lo único que encontré que haga referencia al estado Español o mejor dicho, dictadura Española. Es la intervención de Arturo en la televisión donde dice que cedería la patente al estado(se puede ver en el vídeo de arriba).

El Pueblo gallego  rotativo de la mañana Num. s.n. 09-10-1970

El 9 de Diciembre de 1970, en el periódico "El Pueblo Gallego" publicaban la noticia "El motor de agua queda en España". En ella nos decían que "un grupo de hombres de negocios de Barcelona acababa de constituir una sociedad que se encargaría de fabricar en serie su generador de hidrógeno , para ponerlo en venta en España y en todo el mundo".

La Vanguardia martes, 23 julio 1974, página 27

Finalmente el intento quedo en nada, cuando en 1974 se dictaba auto de procesamiento contra el inventor del motor de agua. Según el periódico "La Vanguardia" del 23 de Julio de 1974 "el inventor había desaparecido". También nos contaban que "existían supuestos indicios racionales de criminalidad y poder ser los hechos realizados por el inventor, constituvos de un delito de estafa. El inventor vendiera la mitad de los derechos de utilización del invento por cerca de seis millones de pesetas. Ultimados los acuerdos entre inventor y comprador, tenían previstos una presentación del motor a la prensa especializada, pero desde hacia varios días no tenían noticias del señor Estévez.

El comprador de los derechos de utilización habia interpuesto una querella por delito de estafa, además de comprobar que el motor no funcionaba con agua.

El auto de procesamiento fijaba en 25.000 pesetas la fianza que debería pagar y en seis millones de pesetas, la garantía de responsabilidades pecuniarias que pudieran resultar.