miércoles, 19 de agosto de 2015

1897 - La Correspondencia de España. 1631897, n.º 14.284, página 3-page-0
Hace poco publiqué un recorte de prensa histórica donde se hacían eco de una noticia aparecida en un periódico del País Vasco. Despúes de buscar nuevamente la noticia en la prensa histórica española, encontré referencias al periódico "El Anunciador Victoriano".
La Rioja  diario político Año IX Número 2487 - 1897 marzo 12

Gracias a este dato pude encontrar los documentos originales en una biblioteca digital vasca "www.liburuklik.euskadi.net".

El 3 de Marzo de 1897, el periódico "El anunciador Vitoriano", publicaba la noticia titulada "Luz Misteriosa". En ella nos decían lo siguiente :

"Preocupados, y aún sobrecogidos de espanto, tiene a los sencillos campesinos de Yurre, Antezana, Lopidana y pueblos contiguos, una luz misteriosa que todas las noches aparece en las cercanías de los referidos lugares.

A alguna altura del suelo, en las noches oscuras, sin ruido alguno perceptible y en medio de un silencio pavoroso, aparece entre Yurre y Lopidana un globo luminoso, de color sangre, que despide intensos resplandores, con los cuales se tiñen de siniestras tintas rojizas los troncos de los árboles, las piedras del camino y todos los accidentes del terreno. Del globo se desprenden de tiempo en tiempo lucecitas más pálidas que vagan como vacilando en el aire, o se detienen en las puntas de las ramas secas

La luz misteriosa no permanece fija en sitio alguno, sino que ondulando ligeramente, pero sin apartarse de una dirección determinada, recorre la distancia intermedia entre el punto en que surge y el pueblo de Otaza, inmediato a Estarrona, perdiéndose en el frondoso bosque de aquella aldea.

El luminoso globo ha sido visto por muchas personas, pues se distingue a larga distancia, habiéndose dado el caso de hallarla en su camino un molinero, sobre cuyo carro fué largo trecho de luz, llenándole de terror, por lo inexplicable del fenómeno. También se dice que una vecina curiosa que abrió la ventana de su casa para observar mejor la luz, hubo de cerrarla precipitadamente al notar que el globo se dirigía hacia ella.

Aunque se ha hecho observar a los campesinos que el fenómeno descrito pueden ser fuegos fatuos producidos por substancias orgánicas en descomposición, para lo cual parecen muy abonados los terrenos contiguos al Zdorra y al Zalla, aseguran que, siéndoles perfectamente conocidos aquellos, por haberlos visto muchas veces, la luz misteriosa es enteramente distinta, y debe reconocer diferente causa.

Los fuegos fatuos, dicen, son de color azulado o verdoso, de poca intensidad luminosa, van lamiendo la tierra, y solo se producen en noches calurosas de estío, despúes de copiosas lluvias, y la luz misteriosa, es rojiza, de gran poder luminoso, camina a bastante altura del suelo, y ofrece la singularidad de presentar forma esférica, y de despedir llamas más pálidas y pequeñas.

Excusado es decir, que el hecho ha dado origen a multitud de hablillas y de suposiciones fantásticas, resucitando todas las casi olvidadas leyendas de brujas, duendes, almas en pena, y espíritus endiablados y llenando de terror a las gentes de aquella comarca.

El fenómeno, sea fuego fatuo, u otro meteoro, parece digno de ser estudiado, por la persistencia y periodicidad con que se presenta, y por los caracteres extraordinarios que dicen ofrece"

El anunciador vitoriano - 10-3-1897 

El 13 de Marzo, el mismo periódico nos contaba :

"Anoche a las nueve salieron en carruaje varias personas muy conocidas en Vitoria, con dirección a las larras de Antezana, con objeto de presenciar el fenómeno del que el otro día dimos cuenta, y que está llamando extraordinariamente la atención.

También sabemos de otras personas que se trasladaron a pie al citado sitio; de modo que anoche han debido estar concurridísimos los lugares en que se dice aparecen las luces misteriosas."


El anunciador vitoriano - 13-3-1897

El 14 de Marzo, volvían hablar de la misma noticia. Nos contaban :

"Sigue llamando la atención de los vitorianos la luz misteriosa, de cuya aparición o existencia dimos noticia en el número del jueves. Son muchas las personas que han visitado o se proponen visitar los lugares en que aquella aparece.

Los sitios en que mas veces se la ha visto han sido, como decíamos, el espacio comprendido entre Antezana y Yurre, habiéndose señalado su primera aparición en la fuente de Lopidana.

Con más datos acerca del extraño fenómeno podemos añadir que no es una sola la luz, sino que algunas noches, han sido muchas las observadas en diferentes parajes, bien en las larras o prados, bien en lo más esquivo de los bosques.

Aquellos amenos lugares, siempre tapizados de yerba, llenos de obscuras umbrías donde cantan sin cesar tarines, pardillos y ruiseñores en la época del celo, tienen también su leyenda negra como la noche y triste como las pesadas nubes que en invierno les dan tinte agrisado.

En la larra de Antezana, prado inmenso donde pueden maniobrar y han maniobrado con holgura grandes cuerpos de ejército, hay ¿quién lo creyera? sitios tocados por el espíritu del mal y contagiados por influencias diabólicas.

Junto a la verde planicie, sobre la cual tantas veces van a merendar los vitorianos, existe el término llamado "La loca", donde, según antiquísima tradición, crece una yerba encantada, que dá malísimo rato al que la pisa.

El infeliz que viniendo de noche de Gobeo o de otros pueblos, tiene la desgracia de poner el pie sobre la planta encantada, gira y gira en derredor de ella, y aunque se deshaga en esfuerzos y procure con todo ahinco apartarse del prestigioso lugar, no lo consigue hasta que el gallo canta en Lopidana, y el risco de Amboto se tiñe con los pálidos resplandores de la aurora. El molinero o el pastor o el viandante que huellan la yerba legendaria, sufren de veras el martirio, en cuya previsión Corentino se recoge a toda prisa a su cabaña en Dinorah. Todos, temerosos de que la Dama del prado les elija por pareja, pueden decir al pasar por la larra .

M´han detto or ora
Che la dama dei prati
La notte quis s´aggira
E che a danzar constringe
L´ incauto passagier
Infin che spira.

Con la aparición, persistente, continuada y tenaz en aquellos términos de tantas luces rojas, la leyenda vá a ennegrecerse más, y además de la tradición de Dinorah, idilio, al fin y al cabo, los va a hacer escenario de las siniestras apariciones del Roberto.

La fantasía popular que no halla al fenómeno aludido explicación satisfactoria, vuela ya con alas desplegadas por los mundos de lo maravilloso y ha dado comienzo a la leyenda. La luz misteriosa, dicen, es un alma en pena, la cual, por permisión de Dios, sale del purgatorio en demanda de sufragios que aceleren su entrada en la mansión de la bienaventuranza eterna.

Abonado teatro para tales imaginaciones es, sin duda, como testigos presenciales advierten, el que Antezana y su término ofrecen en una noche obscura. El cementerio domina el prado donde el lugar se asienta, masas de árboles y matorrales espesos lo cercan por todas partes, algunos charcos se destacan confusamente sobre la negrura de la yerba, como funerarias losas, el profundo silencio se interrumpe solo por el sonido de la lechuza, o el rebullicio apagado de algunas hojas secas.

Añádese a este cuadro sombrío, con el triple misterio de la noche, de la soledad y del silencio, el resurgir, silencioso también, de un globo rojizo que huye del que se aproxima y marcha detrás del que se aleja, y a nadie le extrañara el sobrecogimiento del corazón más animoso y la excitación de la mejor equilibrada fantasía.

La creación de tantos seres misteriosos como figuran en las tradiciones de todos los pueblos no reconoce, otra causa. Del escalofrío intenso que la selva y, la noche producen en el alma menos impresionable, nacieron los Faunos, Sátiros, Driadas y Napeas de los Griegos, los gnomos, duendes, endriagos y vestigios de las leyendas medievales, los castizos aquelarres y sábados y las germánicas noches de Walpurgis, el Basojaun y la Maitagarri vascos, la yerba de "la loca", de la larra de Antezana, y el alma en pena, que en apariencia de rojiza luz, vaga silenciosamente por sus bosques.

La explicación natural de lo que pueda ser esa luz, se dará, en lo que se nos alcance, en otro número."

El anunciador vitoriano - 14-3-1897

El 15 de Marzo, el mismo periódico, volvía hablar de la luz misteriosa :

"Sigue sin disminuir la curiosidad de averiguar lo que haya de cierto en el ya famoso asunto de la luz misteriosa.

De las muchas personas que salieron ayer de Vitoria con este motivo, la mayor parte parece regresaron sin haber satisfecho su curiosidad, y solo los que permanecieron hasta las primeras horas de la madrugada en el campo, tuvieron la fortuna de ver la misteriosa luz. Se asegura que poco antes de amanecer se vio perfectamente la luz desde la torre de la iglesia de San Miguel.

Anoche como la lluvia fue continuada, no sabemos que se decidiera nadie a salir en busca de explicación al fenómeno que tanto preocupa a los pueblos próximos a Vitoria."
El anunciador vitoriano - 15-3-1897
El 17 de Marzo,continuaban las noticias sobre la  "misteriosa luz" :

"Anoche a las ocho, un numeroso grupo que llegó a estar formado por unas doscientas personas, contemplaba desde la calle de la Estación, y frente al Hotel Quintanilla, una luz blanquecina y muy brillante que se divisaba por encima de las casas y que muchos admiraron en la idea de que se trataba de la ya célebre y misteriosa luz de Antezana.

Otros grupos si bien menos numerosos dirigían sus miradas hacia la luz desde la plaza del Mentirón y calle de San Antonio, confundiendo también con el lucero de Yurre al planeta Venus que con sus suavísima luz va eclipsando a sus colegas y que debe llegar el 21 de Marzo al máximun de su brillo según nos han anunciado ya conocidos astrónomos."
El anunciador vitoriano - 17-3-1897
El 18 de Marzo volvía al periódico la noticia :

"Sigue despierta y sin satisfacer la curiosidad que la aparición de la luz misteriosa en la larra de Antezana y sus alrededores han producido en todos los vitorianos.

Lo desapacible del tiempo, la frialdad de la noche y el viento tuerte que en estos días reina, han impedido, aún a los más temerarios, recorrer a su gusto los parajes en que la luz misteriosa se presenta.

Corresponden éstos, según se va poniendo en claro, a lo más bajo de aquellos prados y montes, lugares que como es natural, se hallan completamente encharcados y casi intransitables.

La mayor parte de los nocturnos expedicionarios han tenido que comprimirse, ante semejantes obstáculos, y a la propia luz no se ha dignado mostrarse con la frecuencia que en los días templados y serenos.

Ha habido algún curioso que ha distinguido de lejos el resplandor rojizo, y ha aportado noticias interesantes y que pueden contribuir a esclarecer la causa del extraño fenómeno.

Un discreto abogado, observó hace días, o mejor dicho, hace noches, que la luz no es una sola, sino varias, que permanece en el mismo sitio, y que las traslaciones son ilusión producida por la aparición sucesiva de resplandores análogos, pues comprobó la exactitud de esta observación, al notar que, en un momento dado, aparecieron simultáneamente cuatro luces.

Cada exhalación de gases que al ponerse en contacto con el aire se inflaman, o brillan sin combustión por simple fosforescencia, dura de cuatro a seis segundos, con destellos generalmente rojizos. El punto en que, al parecer, se verificaba el curioso fenómeno, era no lejos de la fuente de Lopidana, en las proximidades de la barrera de "la loca", entre los montes bajos de Otaza, Lopidana y Yurre.

En corroboración de lo que expusimos respecto a la causa probable del fenómeno, un doctor profesor médico, ha recogido en Antezana la observación de que puede asegurarse la aparición de los resplandores en el fondo del bosque o en el prado, cuando en el cementerio del pueblo surgen fuegos fatuos, y las blancas paredes del fúnebre recinto se hacen visibles por los gases que en el se producen.

Esta coincidencia acusa, en cierto modo, igualdad de origen entre los fuegos fatuos del cementerio, y los que brillan en el campo, pues no puede atribuirse la simultaneidad en la presentación de ambas clases de resplandores a otra causa, que a la de hallarse el ambiente y el suelo en condiciones igualmente favorables para la exhalación y fosforescencia de los gases.

La misma inteligente persona comprobó, en las luces misteriosas degradaciones de intensidad y cambios de tono o coloración debidos, sin duda, a la extinción gradual de la fosforescencia, por disiparse en el aire los gases que lo producen, o por brotar con cierta intermitencia de las substancias orgánicas en descomposición de donde surgen. Estos datos, recogidos por personas inteligentes, nada supersticiosas, y que han observado con toda la detención posible el fenómeno de Antezana, deponen el favor de la existencia de éste, puesta ya en duda por algunos incrédulos, ante las exageraciones y variantes con que la fantasía popular describe los resplandores misteriosos.

Cosas menos importantes han dado con frecuencia motivo a fábulas absurdas, y a alucionaciones extrañas, por lo cual no hablan en contra de la realidad del fenómeno las varias apariencias con que algunos aseguran haberlo visto. Los más lo han observado en figura esférica, pero variando el tamaño, acaso conforme a la impresionabilidad del espectador, desde una naranja a un globo de un metro de diámetro. Otros lo han estimado de forma elipsoidal, otros de figura de pipa, alguno en la prosáica apariencia de un pernil o de una colosal bacalada, y otros en trazas más temerosas y espantables. Entre éstos, recordamos un labrador de Goveo, que vió la luz en figura de cabeza incandescente y desmelenada que caminaba convulsiva y epilépticametnte por el bosque, dejando luminosas guedejas en las zarzas."
El anunciador vitoriano - 18-3-1897
El 21 de Marzo nos contaban en el mismo periódico, como continuaban las expediciones nocturnas de los vitorianos a Antezana y sus términos, en busca de la luz, la cual cada noche, parecía mas rehacia en mostrarse a sus perseguidores.

Antes era casi seguro distinguirla hacia la fuente de Lopidana, próxima al término llamado de "la loca" famoso por su yerba encantada. Ahora sus apariciones son de tarde en tarde, de modo que resulta muy dudoso el éxito de las visitas que se hacen a aquellos lugares con objetivo de divisarla.

El escritor de la noticia contaba como amigos suyos que pernoctaron junto al cementerio de Antezana en la noche del 17 al 18 no lograron ver la luz; otras personas habían sido más afortunadas. Entre ellas el Alcalde y el Secretario de Lopidana, que distinguieron próxima a ellos la luz, la cual cruzó rapidamente un largo trecho del campo, y se posó, al parecer, sobre unos montones de estiércol. Aunque las personas citadas corrieron al sitio en que la luz se detuvo, esta se disipó antes de que llegaran.

"Otros relatos menos verídicos, en cuanto se han hecho bajo impresiones demasiado intensas para no ser perturbadoras, dan cuenta de diversas apariciones de la luz, y entre ellos merece notarse, el de dos jóvenes vitorianos que lograron hallarse cerca del misterioso resplandor, cuando éste presentaba apariencia de un gran pañuelo blanco azulado. Arrojaron sobre el las boinas, y con gran sorpresa y no menor sobresalto, observaron una transformación rapidísima. La extensa superficie fosforescente convirtiendose de pronto en una pequeña llama de rojo muy vivo, causándoles tan impresión el cambio, que abandonaron el lugar precipitadamente.

Con estos relatos, de cuya veracidad no podemos responder, ha vuelto a excitarse la curiosidad un tanto decaída, y son innumerables los vitorianos que en coche, a caballo o a pié van todas las noches a Antezana."
El anunciador vitoriano - 21-3-1897 
El 27 de Marzo aparecía por última vez, una noticia de la misteriosa luz. En ella nos contaban lo siguiente :

"El extraño fenómeno de Antezana, dado a conocer urbi et orbi por la prensa local y por la de Madrid y provincias, se resiste a ser explicado de manera que queden satisfechas las curiosidades dificultosas. Ya dijimos en números anteriores lo que sobre su causa probable se nos alcanzaba, atribuyéndola, como se recordará, a esas exhalaciones de hidrógeno fosforado, que se presentan en pantanos y cementerios con la apariencia comúnmente conocida por la denominación fuego fatuo...

Posteriormente hablan sobre la posibilidad de analizar la luz con un espectroscopio. La luz ni aparece todos los días, ni a las mismas horas, ni en los mismos parajes; tiene verdaderas coqueterías femeninas; surge cuando menos se piensa; se oculta a los que la buscan; es una o múltiple; corre a ras de suelo, y vuela a tres o cuatro metros de altura; pocas veces permanece fija, y las más ondula, salta de un lado a otro y sube y baja, con el revolar flojo e incierto de las mariposas, o con rapideces de centella; y una luz de esas condiciones, en modo alguno puede ser sometida a la acción del espectroscopio, por mucha y rara habilidad que tenga el Físico que con el trate de averiguar su naturaleza química. Creemos inaplicable el análisis espectral al estudio de la luz misteriosa."
El anunciador vitoriano - 27-3-1897

Eso es todo en este artículo. Saludos.

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